Si miramos un par de años atrás, pocos eran los colegios o universidades que apostaban por una formación online. En el mundo en el que vivimos hoy en día, en el que todo ha cambiado y en el que nos hemos adaptado a una vida post-pandemia, nada es igual a antes. Muchas compañías han optado continuar con el teletrabajo, mientras otras han decidido probar un modelo mixto. Lo mismo ocurre en el sector educativo, hay universidades y colegios que han decidido mantener el aprendizaje online, mientras otras han optado por un modelo híbrido, también conocido como blended learning.
En este post, te contaremos qué es blended learning, sus usos y estrategias de b-learning que mejoran la formación.
¿Cuál es el enfoque de b-learning?
B-learning o blended learning es un modelo de aprendizaje híbrido basado en la combinación de formación online y presencial. El enfoque de b-learning nace de la necesidad de mejorar la formación y de aprovechar lo bueno que tienen ambos modelos formativos. No se decanta por uno u otro, sino que es un modelo híbrido que aprovecha lo positivo de ambos.
El aprendizaje presencial permite una forma de aprender mucho más personal en el que el profesor entra en contacto con sus alumnos y en el que los alumnos, a su vez, conocerán a su profesor y compañeros, trabajarán en equipo… Por otro lado, el aprendizaje online da mucha más flexibilidad al alumno y los contenidos pueden actualizarse con más frecuencia y ser multiformato: vídeos, presentaciones, artículos, podcasts…
Estrategias de blended learning para mejorar el aprendizaje
Hay varias estrategias de blended learning que son óptimas para mejorar el aprendizaje:
- Usar herramientas digitales ágiles: en blended learning, nuestra estrategia tiene que cambiar. Mucho tiempo de la formación va a ser online, así que tenemos que usar herramientas que sean ágiles tanto para la formación online como para la presencial. Es muy importante contar con herramientas que faciliten flexibilidad y transparencia, y adaptarnos a las necesidades de los alumnos. Herramientas digitales ágiles, sencillas, flexibles y fáciles de usar serán vitales para que este modelo híbrido de aprendizaje sea óptimo.
- No dar tanta importancia a “acabar el curso cuanto antes”: uno de los problemas del aprendizaje online es que, en ocasiones, el alumno no profundiza en los contenidos sino que se limita a intentar acabar el temario cuanto antes. En el modelo híbrido, en el que los objetivos se centran menos en logros individuales y en el que se puede fomentar el trabajo en equipo en la clase presencial, la estrategia cambia.
- Enseñanza flexible: el b-learning puede adaptarse a distintos tipos de personas (estudiantes, gente que trabaja). De este modo, la flexibilidad que proporciona el aprendizaje mixto hace que este llegue a más personas. A su vez, el profesor tendrá también que adaptarse y planificar recursos atractivos que permitan a los estudiantes combinar el estudio con su vida personal o profesional.